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¿Te has preguntado si tu computadora puede ser más rápida, más segura y más eficiente, sin complicaciones? Hoy te traemos dos versiones especiales de Windows que, aunque subestimadas por muchos, esconden un potencial impresionante: Windows 10 S y Windows 11 SE.
Acompáñanos en esta guía completa donde exploraremos sus ventajas, limitaciones, instalación, personalización ¡y hasta cómo romper sus barreras!
⚙️ Comportamiento en hardware limitado
Al probarlo con solo 2 núcleos y recursos mínimos, el rendimiento es sorprendentemente ágil. Estas versiones están muy bien optimizadas para máquinas modestas y dispositivos antiguos. La experiencia es fresca y fluida, incluso con resoluciones modestas como 1366×768.
Modos de instalación: ¿Con o sin Tienda?
Durante la instalación puedes elegir entre:
Modo S Pro (con tienda desbloqueada): Puedes descargar apps de la Store.
Modo S Pro (tienda bloqueada): Ideal para entornos controlados (cyber, empresa, kioscos).
Si eliges tienda bloqueada y luego quieres desbloquearla, es posible, pero requiere cambios avanzados en políticas de grupo y el registro.
¿Para quién son estas versiones?
Estas ediciones están pensadas para: Estudiantes que necesitan enfoque y seguridad. Usuarios con equipos modestos que buscan velocidad. Empresas que requieren entornos seguros y sin distracciones. Cibercafés o kioscos, donde limitar accesos es esencial.
¿Se pueden romper las barreras del modo S?
Sí. Microsoft permite salir del modo S con un clic desde la tienda:
- Si usas Windows 10 S, migras a Windows 10 Pro.
- Si usas Windows 11 SE, migras a Windows 11 Pro
Conclusión: ¿Limitación o Revolución?
La clave está en cómo la uses. Windows 10 S y Windows 11 SE no son versiones recortadas, son versiones enfocadas.
- Si buscas algo sin distracciones, seguro y eficiente: son ideales.
- Si necesitas ejecutar software externo, personalizar a fondo o usar herramientas avanzadas… entonces quizás prefieras migrar a la versión Pro.